Apoyo afectivo y continuo para la
maternidad
Por Jenny Soto Doula
Aun
no se conoce mucho sobre la doula, no es un trabajo masificado a pesar de ser
una labor ejercida desde tiempos remotos. La doula es una acompañante durante el
proceso iniciático de la maternidad, desde la gestación, el parto y el post
parto. Ofrece además información y sostén físico - emocional para despejar
dudas, miedos y favorecer el empoderamiento y la conciencia de la mujer
gestante sobre su fuerza interior y el proceso que está viviendo. Cada día nos sumamos más mujeres y hombres a esta
labor, nos estamos conformando como un movimiento defensor de los derechos de
las mujeres y su familia durante el parto y el nacimiento.
Las
doulas estamos inspiradas por nuestra propia experiencia como madres. En un
despertar de conciencia colectivo, también nos motiva la necesidad de sanarnos
unxs a otrxs, de aportar un grano de arena a la humanización del mundo, al
reconocimiento de nuestras capacidades ancestrales, a la re conexión con la fuerza
de la Madre Tierra, al reconocernos como unidad con la naturaleza, a la
búsqueda en nuestro cuerpo de esa antigua memoria celular que almacena la
sabiduría del parto, de lo femenino divino, del ser mujer plena y esencial.
En
mi experiencia como doula he acompañado a distintas mujeres y siempre me he
sentido en una relación recíproca. Doy y recibo sanación, amor, gratitud y sororidad.
Muchas veces siento que me sostengo a mi misma al sostener a otra mujer, al
acompañarla a transitar por el mismo camino que yo recorrí. Se me hace fácil
ponerme en su lugar, sentir lo mismo, sincronizar mi respiración con la de esa
mujer que a la vez soy yo y así intuir la palabra o el toque que quizá la pueda
animar, ver alrededor y hacer lo posible para protegerla a ella y a su bebé.
Y
no solo durante el parto, siempre que una madre necesite expresarse, la doula
puede estar allí si es convocada, ella escuchará, ofrecerá el hombro para
recostarse y llorar, te motivará a conectarte con tus profundidades, con tu luz
y tu sombra sin juzgarte y te dirá que solo seas fiel a ti misma, que vivas la
maternidad como una experiencia libre sintiendo y escuchando lo que jamás
habías escuchado en ti.
También
he sido acompañada por una doula y sé lo importante que es contar con una mujer
maternante que nos inspira confianza, que se vincula desde el amor, que puede ayudar
a resolver nuestras dudas, que nos va a ofrecer su tacto para aliviar el dolor,
su voz como un tónico revitalizante, su presencia irradiando luz y su entrega
hasta el punto de darte la comida en la boca mientras estás en cama dando teta
por primera vez. ¡Que se multipliquen las doulas!
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