domingo, 5 de agosto de 2012

Historias para contar en la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2012


Lactancia a pesar de todo

Foto: José "Cheo" Romero
Por Jenny Soto

Mi hija Mora casi va a cumplir 3 años y aún nos comunicamos a través de lactancia, un vínculo de amor que no necesita palabras, solo entregarnos a la meditación. Aún no pensamos en el destete, llegará en su momento, a pesar de la intromisión de la gente en la calle, incluso de algunos familiares, que les incomoda nuestra relación. El argumento popular de que a esa edad, la leche materna no le ofrece suficientes nutrientes es algo que ha sido refutado científicamente.

 A esto se suma la imagen mediática del sexo, la belleza femenina y los senos que se proyectan como un atractivo erótico y no como órganos que dan la vida. Esto hace ver el acto de la lactancia en público como un acto escandaloso, como si fuera una inmoralidad, cuando en realidad la lactancia es un derecho humano básico. A causa de estos prejuicios sociales, muchas mujeres se privan del beneficio y el placer de amamantar, así como quienes se abstienen  por miedo a perder el atractivo de sus senos.

Particularmente no le doy teta a mi bebé porque lo recomiende el mejor pediatra, ni porque sé que a pesar de su edad todavía recibe nutrientes y anticuerpos, sino porque es un acto de amor, es la mejor forma que tengo para decirle que la amo.

Recuerdo aun la primera vez que le ofrecí el pecho, mi nena no lo podía agarrar, se desesperaba y lloraba… yo me sentía igual, no sabía nada sobre lactancia materna, ni sobre bebés. Fue un poco difícil encontrar información de calidad contraria a la creencia “moderna” de que la leche de formula farmacéutica puede sustituir la leche natural que produce nuestro cuerpo, la cual viene genéticamente adaptada para satisfacer todos los requerimientos de nuestros bebés, siendo además esta característica la que nos identifica como mamíferos.

Foto: Jenny Soto
Al principio estaba muy confundida, no conocía las técnicas correctas para amamantar, ni el ciclo de la leche, por lo tanto tuve un inicio difícil. Me dolían mucho los pezones, me salieron grietas, sangraba, mi bebé pedía pecho a cada momento y se quedaba alrededor de 45 minutos en cada lado. Mis familiares empezaron a presionarme y me ofrecieron el biberón como una alternativa atractiva, oferta que rechacé por instinto materno. Luego investigué y supe que toda esa mala experiencia me había sucedido por falta de información, al saber y entender, deseché todos los mitos sobre la lactancia materna que pudieran perturbarme.
El rol de mi compañero fue muy importante, fue quien estuvo acompañando, apoyando y protegiendo este proceso más de cerca.

Me di cuenta que a través de la lactancia, las mujeres descubrimos las capacidades y poderes de nuestro cuerpo, subimos nuestra autoestima y ejercemos nuestra autonomía. Dejamos a un lado la dependencia médica a formulas lácteas y a otros fármacos, además de prevenir muchas enfermedades, tanto en el bebé como en la madre.

La maternidad muchas veces nos plantea detenernos y revisar el estilo de vida antinatural que llevamos para cambiar y ofrecer lo mejor a nuestros bebés. Cuando nos hacemos críticos del sistema en el que vivimos, nos damos cuenta que todos los obstáculos a la lactancia materna son causados por el capitalismo que impone el consumismo como estilo de vida, al incentivar  la compra innecesaria de biberones y formulas lácteas a precios exorbitantes para favorecer a toda una industria. Mientras la lactancia es natural, es un acto de soberanía alimentaria y es gratuita.

Para promover la lactancia materna se necesita un cambio en la cultura patriarcal que vivimos, se debe respetar el rol que cumplimos las mujeres como dadoras de vida a través de la lactancia materna. El pueblo venezolano ha sido un ejemplo en esta lucha al lograr que la propuesta de prolongar el permiso postnatal a las trabajadoras haya sido incluida en la Nueva Ley del Trabajo.

En Venezuela existen leyes que protegen este derecho, como la Ley de Promoción y Protección a la Lactancia Materna y la Ley Orgánica de Protección a Niños, Niñas y Adolescentes (Lopna). Lo importante es empoderarnos de estas herramientas y hacer valer nuestros derechos.

Una de las formas de proteger y promover la lactancia materna sería creando grupos de apoyo y consejería en lactancia en cada comunidad. Se debe masificar la información sobre como practicarla y sus beneficios. La lactancia materna es natural, proporciona anticuerpos e innumerables beneficios al bebé, pero además es la mejor forma que tienen madre y bebé de demostrarse afecto.  


MITOS Y REALIDADES DE LA LACTANCIA MATERNA 
 http://crianzaentribubv.blogspot.com/2011/08/comunicate-mejor-con-tu-bebe.html

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