La Devastación del Patriarcado

La Carencia y la Castración del Deseo Materno, Desde la mirada de Casilda Rodrigañez

Semana Mundial del Parto Respetado 2014

Conversatorio: Cuentos de Parto

Ciclo de Cine-Foros "Por El Poder de Parir". Entrada Libre

Venezuela conmemora la Semana Mundial del Parto Respetado. Organización Auroramadre convoca debate sobre la maternidad

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El Nacimiento de Abril

Empoderada y Llena de amor

En Tándem

Amar y Compartir

jueves, 9 de febrero de 2012

Etelvina Maldonado es una cantante del folclor colombiano considerada la reina del Bullerengue. Este es un ritmo y canto tradicional de raices fuertemente africanas cuya tonada requiere de mucha habilidad para interpretar los autenticos giros vocales que los identifican. Etelvina se ha destacado no solo por ser una exponente fiel de la tradicion, sino por su profunda expresion del sentimiento y el lamento de la negritud. Se trata de una virtud que pocos cantantes pueden exhibir con la maestria y el arte con que Etelvina lo hace, logrando transmitir un estado emocional que conmueve.Lamentablemente este gran personaje del folclor colombiano, acaba de fallecer este pasado Martes 26 de enero en la ciudad de Cartagena. Pero sus canciones quedan. Aqui presentamos una de sus mas conmovedoras interpretaciones con Ale Kuma, el tema "Porque me Pega', del cual ella es la compositora.


miércoles, 1 de febrero de 2012

Crónica de un parto medicalizado

 PARIRÁS CON DOLOR...

Por Jenny Soto
 
La mancha roja en la ropa interior de Gaby fue la señal de que estaba entrando en trabajo de parto. Aún no le habían empezado los dolores pero decidió ir al hospital, estaba cumpliendo 40 semanas de embarazo. Ella tenía buen ánimo, estaba fuerte y bella.

Eran las 8:00 de la mañana. En seguida se dirigió desde el populoso Petare, en el extremo este de la ciudad hasta el congestionado centro de Caracas donde está la maternidad pública. Más del 70% de los niños y niñas venezolanos nacen en los centros de salud públicos.

En la maternidad se respiraba el aroma limpio de sus paredes blancas, todo era nuevo, aséptico y de última tecnología, resaltaba cada gesto profesional de las enfermeras, médicos y médicas, quienes lucían atuendos impecables, guantes, tapabocas, estetoscopios, toda una artillería para combatir a las enfermedades. Muy por debajo de esa superioridad y sabiduría médica están las parturientas y sus familiares.

“Aun no ha dilatado, regrese mañana”... Así de seca fue la respuesta que le dieron a Gaby. Lo mismo le dijeron al siguiente día cuando volvió. Sin embargo esta vez no regresó a su casa, se quedó en espera junto a su compañero. Eran las 11:00 de la mañana, a pesar de ser primeriza, su instinto le decía que estaba en trabajo de parto.

A las 8:00 de la noche. “¿Otra vez tú aquí?”, le dijo molesta la misma mujer. En tono similar le respondió Gaby y exigió ser examinada porque estaba sangrando mucho. De mala gana la ingresaron y al revisarla tenía 4 centímetros de dilatación.

“Hasta aquí llega usted señor”… le dijeron al padre del bebé, quien no supo más nada de ellos hasta el día siguiente. Hubo un silencio incómodo.

La mandaron a bañarse corriendo, la rasuraron y le rompieron membrana. Se salvó del enema. La vistieron con una de esas batas médicas desechables, que para el frío que hace allí, son muy ligeras.

La sentaron en una silla de ruedas y quedó al final de una cola de parturientas. Gaby observó sus rostros de resignación, estaban todas dobladas, algunas recostadas a la fría pared de cerámica azul, las bolsas de suero colgaban al costado de cada silla. Todas mujeres sanas a punto de parir que parecían enfermas y ahora ella también. Mujeres que protagonizarían un momento inolvidable en sus vidas estaban de “pacientes”. Allí el tiempo estuvo detenido largo rato.

“Sigues en la cola, para que te revise la doctora”… fue lo último que le dijo la enfermera. Ahora la ingresaron a una sala amplia y la acostaron en una cómoda camilla. Las parturientas gritaban, se quejaban y estaban a punto de desvanecerse ante la presencia indolente de las enfermeras.

Apenas había espacio para caminar entre las camas y al ver a todas las mujeres uniformadas, organizadas en filas y recibiendo órdenes, se le vino el pensamiento de que el nacimiento en los hospitales es como “una producción en serie”, van unas tras otras, bebés tras bebés, les aplican la misma rutina, los médicos van produciendo partos.

A las 10:00 de la noche le aceleraron el parto con Pitosin, sin consultarle y sin darle ninguna explicación. “Sentía que me iba a morir del dolor desde que me pusieron ese medicamento.”

Enfermeras y doctores entraban, revisaban, hacían tactos vaginales delante de todo el mundo, daban órdenes “a la 1 le falta, la 2 al quirófano, ingresen a la 3…” el trato es impersonal, no se molestan en dar explicaciones a las parturientas.

Durante todo ese proceso, el dolor se iba haciendo cada vez más intenso. “Es como si algo te estuviera presionando en el vientre hacia abajo, es electrizante”. Por fin dieron la orden y la ingresaron a la sala de parto. Era primera vez entraba a ese lugar, lucía esterilizado, con un montón de aparatos raros, impecable y muy iluminado.
 
Gaby no tuvo opción, debía acostarse boca arriba con las piernas levantadas, subordinada ante el “experto”quien lo controla todo, en ese momento ordenó que le aplicaran la anestesia epidural.

Había mucha gente desconocida observándola, a su alrededor un grupo de estudiantes presenciaban como practicar una episiotomía (El corte en la vagina), a pesar de que su caso en particular no lo requería. Quien necesitaba cumplir con un record de episiotomías era un pasante que la estaba atendiendo.

Se concentró por un instante, en medio de tanta presión fue valiente, pujó fuerte entre las contracciones y finalmente dio a luz a su hijo.

“Al verlo lloré de la emoción, vi como le cortaron el cordón umbilical, lo colgaron boca abajo y enseguida lloró. Sentí alivio porque no le dieron la típica nalgada. Me lo dieron, le dije  ¡hola hijo! Allí abrió los ojos. Si estuve 5 minutos con él fue mucho, enseguida se lo llevaron. Lo detallé muy bien para que no se me olvidara su carita.”

La enfermera se llevó al bebé. En el reanimador, el pediatra lo aspiró, luego lo pesó, lo midió, le puso gotas en los ojos, una inyección de vitamina K y no le permitió recibir lactancia materna inmediata, ni el calor de su madre, por el contrario su primer alimento fue un tetero con una fórmula láctea para niños de 6 meses. Para terminar de darle una bienvenida violenta, lo llevaron al frío retén a pasar la noche en observación. Entretanto, a la madre le extrajeron la placenta y la suturaron.

Gaby acababa de vivir la experiencia más grande de su vida y estaba orgullosa por haber podido parir por si misma, pero sentía que ni ella ni su hijo habían recibido un trato digno. A él no lo tenía en brazos y ni siquiera le habían dicho como estaba. Ambos tuvieron una mala experiencia, después de 9 meses juntos, fueron separados abruptamente. Lo normal es que esto no se denuncie porque casi no se conoce la Lopna y mucho menos la Ley de promoción y protección a la lactancia materna, donde se condena la interrupción del vínculo madre-bebé.

A ella la trasladaron a otra sala donde pasó la noche desconsolada. Dormía a ratos y recordaba con insistencia los ojitos de su bebé. Había silencio, ella estaba aislada y sin poder comunicarse con su familia. Apenas vestía con esa bata médica azul que le dieron, sin ropa interior.

El más satisfecho en toda esta historia probablemente fue el médico, quien hizo “un buen parto”, aumentó el número de bebés traídos al mundo, de episiotomías, de tactos vaginales y realizó una excelente labor académica.

A las 11:00 de la mañana del día siguiente, Gaby pudo reencontrarse con su hijo. Cuando lo vio estaba desnudo y morado del frío. Enseguida lo abrazó y le dio pecho. El bebé hambriento supo como prenderse del pezón inmediatamente y allí se quedó plácidamente dormido.
Una madre le prestó una funda de almohada para arropar al bebé, mientras otra compañera le prestó el celular y fue así como pudo comunicarse con su familia para informarles que el horario de visitas era de 5:00 a 6:00 de la tarde.

En aquellos días no había agua en la maternidad, de modo que las parturientas tenían que recolectar agua en botellones de refresco para bañarse. Allí estuvo 3 días más hasta que le dieron de alta, sin embargo, el bebé quedó hospitalizado por una infección sobre lo que no dieron muchas explicaciones. Se fue a casa sin el niño y al verse sola rompió en llanto.

Al día siguiente fue a la maternidad en la mañana para amamantar al bebé durante sólo los 15 minutos permitidos, mientras que en la tarde pudo verlo a través de un vidrio en el retén durante la visita de 5:00 a 6:00. Así transcurrieron 2 días más hasta que el niño fue dado de alta. En casa continuó el tratamiento con antibióticos para el bebé durante algunos días más. Ambos superaron el trance, se recuperaron y están saludables.

Sin embargo esta experiencia pudo haber sido muy distinta, pudo haber sido placentera y hasta orgásmica, tan solo si esta cultura occidental tecnificada no hubiera olvidado oír a nuestro propio cuerpo. Esa sentencia maldiciente inscrita en la Biblia que condena a la mujer: “Parirás con dolor”, no tiene porque ser así. Los adelantos tecnológicos pueden ser utilizados con criterio humanista. La lucha contra la violencia que aqueja a nuestra sociedad debería comenzar por la erradicación de la violencia obstétrica, tipificada como delito en la Ley del derecho de la mujer a una vida libre de violencia y por la implementación del parto y el nacimiento humanizados.

Fotos en la Maternidad Santa Ana: REUTERS / Carlos Garcia Rawlins

domingo, 29 de enero de 2012

Aborto, decisión ética o moral

Oswaldo Guayasamin

 Las leyes restrictivas y la moral impuesta por la alta jerarquía de la iglesia católica con respecto a la interrupción del embarazo son formas de violencia y discriminación hacia la mujer, juzgarla es una manera de no asumir la pobreza, los problemas sociales derivados del sistema capitalista y la desigualdad de género como una responsabilidad colectiva, así lo afirma la teología feminista.

Por Jenny Soto

En Venezuela el aborto está penado severamente según el artículo 430 del Código Penal. A pesar del miedo a la cárcel las mujeres interrumpen sus embarazos, incluso son capaces de exponer a riesgo su salud y su vida. Esta realidad es la evidencia más clara de que esta ley restrictiva no es la solución a un problema de Salud Pública.

En el imaginario social y cultural de nuestro país, así como en la mayoría de los países de América Latina y el Caribe, está presente el aborto como un delito grave que no solo transgrede las leyes sino la moral, por lo tanto, las mujeres que han interrumpido su embarazo son sancionadas también por la sociedad.

A la ilegalidad del aborto, se suma el dogma religioso, el amarillismo, la falta de información y de profundización sobre el tema en los medios de comunicación, la resistencia del Estado a tomar acciones concretas ante esta situación y el miedo de los políticos a perder popularidad por asumir una postura a favor de la legalización del aborto de forma pública. Estos son los principales elementos que explican por qué el aborto no es tema actual en la agenda legislativa y en debates abiertos.

Más grave que el silencio sobre el tema, es que cada vez que se toca es para ratificar al aborto como un delito. Es precisamente ese lenguaje simbólico a través de la política, los medios y la iglesia, lo que configura la actual cultura de rechazo al derecho de la mujer a informarse y decidir.

Una mirada desde la teología feminista

La brasilera Ivone Gebara, es la primera monja católica en identificarse con la teología feminista en América Latina, hizo público su pensamiento a principios en 1993 a través de una entrevista publicada en la revista Veja de Brasil.

Allí declaró que “el aborto no es pecado, el Evangelio es un conjunto de historias que generan misericordia y ayudan en la construcción del ser humano. La dogmática del aborto ha sido fabricada a lo largo de los siglos. ¿Quién escribió que no se puede controlar el nacimiento de los hijos? Han sido curas, hombres célibes, encerrados en su mundo en el que viven confortablemente con sus manías. No tienen mujer ni suegra y no se preocupan de un hijo enfermo; algunos de ellos hasta son ricos y poseen propiedades. Así, es fácil condenar al aborto.”

Esta postura le costó a Gebara sanciones por parte de la jerarquía católica y el exilio. Le exigieron que se retractara y por el contrario, escribió un texto que tituló La legalización del aborto vista desde el caleidoscopio social, allí escribió que “La legalización es, apenas, un aspecto coyunturalmente importante de un proceso más amplio de lucha contra una sociedad organizada sobre el aborto social de sus hijos y de sus hijas.” 

Según Gebara, una sociedad donde no existen las condiciones materiales dignas para el desarrollo integral y espiritual de los seres humanos, donde las la maternidad es una traba frente a la realización laboral y económica de la mujer, donde los hombres están libres de responsabilidades, mientras se culpabiliza a la mujer “es una sociedad abortiva, machista y excluyente”.

La penalización del aborto “es una forma de encubrir la matanza indiscriminada de poblaciones enteras, igualmente inocentes aunque en forma diferente, ya sean víctimas de guerra o de procesos económicos, políticos, militares o culturales vigentes en nuestra sociedad”, explica Gebara.

Culpabilizando a la mujer, el Estado y la iglesia se lavan las manos con respecto a los abortos causados por hambre, insalubridad y machismo, además no se hacen responsables por la muerte de innumerables mujeres a causa de abortos inseguros y que antes no tuvieron acceso a la información y a la educación, porque el mismo sistema se los negó.

Para Gebara “la criminalización de este hecho, es una forma de encubrir nuestra responsabilidad colectiva y nuestro miedo de asumirla públicamente”.

Educación para prevenir

Desde el punto de vista de la ciencia, la mejor forma de evitar el aborto es a través de la prevención de embarazos no deseados, en este sentido, el doctor Rogelio Pérez D` Gregorio, presidente de la Sociedad Venezolana de Ginecología y Obstetricia (Sogv) señala la importancia de la educación en salud sexual y reproductiva, así como la creación de un sistema de planificación familiar.

“Estoy de acuerdo con que se flexibilice el Código Penal porque no es posible que todavía exista esa restricción con el aborto. En los países donde existe el aborto legal, este no se convierte en método anticonceptivo, pues las cifras no aumentan por aborto, los resultados reflejan la disminución de la mortalidad por aborto inseguro”, afirma el doctor Pérez D` Gregorio.

Contrario al punto de vista científico, están las ideas de la iglesia y su doctrina enfocada en evitar la educación sexual a niños y jóvenes por miedo a que tengan relaciones.

Según Pérez D` Gregorio, el alto porcentaje de embarazos adolescentes demuestra que esta enseñanza, adoptada por la mayoría de las familias venezolanas, no funciona para evitar que los y las adolescentes mantengan relaciones sexuales, al contrario, motivados por el entorno mediático y social que promueve deliberadamente el sexo, se inician a escondidas de sus padres sin tener el mínimo de información para prevenir embarazos y enfermedades de transmisión sexual.

La jerarquía católica condena el aborto

Según se puede apreciar en las encíclicas papales, la iglesia católica impone un conjunto de doctrinas en torno a la sexualidad. Declaran a los métodos anticonceptivos como abortivos, exceptuando los naturales, condenan el derecho al placer, al conocimiento del cuerpo y determinan que toda relación sexual debe practicarse para procrear, lo cual no es viable desde el punto de vista de la salud sexual y reproductiva. Esto demuestra que la iglesia no comprende las necesidades humanas reales.

Estos valores tradicionales son, evidentemente, una forma de dominación. Dentro de la cultura patriarcal, la maternidad representa un mandato biológico y la realización máxima de la mujer, quien debe llevar una vida sumisa, si no lo acepta, estará mal vista por la sociedad.

Así como el código penal condena a la mujer, el derecho canónico católico aprobado en 1869 por el Papa Pío IX declara la excomunión a las mujeres que abortan voluntariamente. Muchas mujeres se preguntan cómo se sanciona a los hombres que abandonan a una mujer embarazada o a sus hijos y cuáles son las acciones de la iglesia para enfrentar la miseria en la que viven muchas familias.

La postura de la iglesia refleja una doble moral, para las mujeres existe la culpa y la condena por tomar decisiones libres con respecto a su vida y su cuerpo, mientras que la iglesia no se pronuncia tan severamente ante los casos de pederastia, la muerte de mujeres víctimas de la violencia por sus parejas, la muerte de niños en condiciones de pobreza y el abandono infantil.

Se habla del feto como un ser humano que vale más que una mujer, cuando en la realidad vemos que la vida extrauterina no se protege con tanto afán, ni por el Estado, ni por la Iglesia, ni por los medios.
Solo basta ver como se le cierran las oportunidades a una madre adolescente ¿la ayudará la iglesia a continuar sus estudios? ¿Le aportarán condiciones materiales dignas para su desarrollo y la crianza de su hijo o le impondrán la maternidad como un castigo que debe pagar por haber cometido el pecado de tener relaciones sexuales?

A pesar de que quieran relacionar a Dios con la vida, el respeto y el amor, la historia nos recuerda que en nombre de Cristo y la religión se han realizado guerras, se ha torturado, se ha robado, se han ocultado conocimientos y se ha perseguido a quienes lo producen. Solo basta recordar el genocidio durante la conquista en América y la inquisición. Esto quiere decir que no siempre las ideas religiosas son garantes de libertad y vida.

Para el autor Eduardo del Castillo, en su libro Ética, valores y aborto, la moral parte de los dogmas religiosos reflejados en los cánones católicos donde las cosas se valoran como el bien o el mal. El tema de la moral ni siquiera es universal, este varía de acuerdo a la cultura, costumbre o religión. No todas las religiones condenan el aborto, por ejemplo.

Mientras que “la ética nos permite la práctica reflexiva de nuestras libertades”, expresa Castillo, la decisión de interrumpir o no un embarazo indeseado, es algo que se piensa a partir de un diálogo interno, el análisis del entorno y las posibilidades. La ética es laica.

Esto lo reafirma la periodista y teóloga María López Vigil, quien explica que la ausencia de mensajes sobre el aborto en la Biblia quiere decir que la decisión ante un embarazo no deseado le pertenece a la propia mujer, esa decisión parte de su conciencia y su propia reflexión. Si la Biblia no demuestra una orientación explicita, esta se debe buscar internamente, es decir, desde la ética.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Reportaje

Línea aborto seguro por el derecho a la información

El colectivo Feministas en Acción Libre y Directa por el Aborto Seguro fundó en la República Bolivariana de Venezuela, una línea telefónica que ofrece información segura a quienes se ven en la necesidad de interrumpir un embarazo. Mediante esta iniciativa, nuestro país se suma a La Red de Experiencias Autónomas de Aborto Seguro (Reaas), presente en Argentina, Ecuador, Perú y Chile.

 Por Jenny Soto

“Educación Sexual para decidir, Anticonceptivos para no abortar y Aborto legal y seguro para no morir”, son las consignas que sostiene el colectivo Feministas en Acción Libre y Directa por el Aborto Seguro (Faldas en revolución).

La línea aborto información segura 04261169496 opera de forma autogestionada desde el 18 de mayo y es atendida por el colectivo Faldas, quienes reciben asesoría médica internacional para dar información sobre la  interrupción del embarazo con medicamentos y se basan en esquemas de la  Organización Mundial de la Salud (OMS).

Faldas: No practicamos abortos, ni vendemos medicamentos

“No le decimos a nadie que aborte, no juzgamos, no practicamos abortos, ni comercializamos el medicamento, sólo damos información”, asegura Liz Bravo, vocera del colectivo Faldas.

Bravo expone que, a través de esta línea, sólo se brinda información gratuita y científica de cómo interrumpir el embarazo con Misoprostol, medicamento que en nuestro país se conoce comercialmente como Cytotec. “Muchas de las mujeres que nos llaman conocen el medicamento, el problema es que no saben cómo usarlo correctamente y  así  ponen en riesgo su salud y sus vidas”.

Según el Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS), en la República Bolivariana de Venezuela el 10% de las muertes maternas ocurren por complicaciones en procesos de aborto, la estadística no distingue entre abortos inducidos y espontáneos, sin embargo, “la misión de esta línea telefónica es ofrecer información precisa para evitar muertes por abortos inseguros”, afirma Bravo

Testimonios

Clara: “tomé las pastillas sin la debida medicación y seguía embarazada. Me recomendaron llamar a la línea y realmente me ayudaron, fueron muy amables y muy claras con la información. Luego de algunas preguntas básica, me dijeron cuantas pastillas debía tomar, cuales son los síntomas normales y cuales no”.

María: “Me parece muy útil la línea porque siguiendo al pie de la letra cada paso no hay peligro y es un método privado, no necesitas salir de tu casa, ni dependes de un médico para interrumpir un embarazo no deseado”.

Aborto seguro y  aborto inseguro, según la OMS

El aborto  inseguro es un procedimiento que interrumpe un embarazo no deseado a través de métodos riesgosos para  la salud y la vida de la mujer. Es realizado por personas sin la capacitación médica adecuada, ocurre en países que tienen leyes restrictivas con respecto al aborto y sus principales víctimas son personas de escasos recursos.
El aborto seguro es el procedimiento que interrumpe un embarazo no deseado en etapa temprana, mediante métodos adecuados y estándares sanitarios establecidos. Se practica en centros de salud accesibles a la población, con equipos adecuados y personal capacitado, dentro un marco legal flexible que regula y controla esta práctica.

Estadísticas de la Línea Aborto, Información Segura
 
El colectivo Faldas recoge datos de las llamadas que reciben, para dar a conocer el contexto y las características de las mujeres que deciden interrumpir un embarazo de forma voluntaria.

Estaban usando anticonceptivos

41% si
59% no




¿Por qué falló el anticonceptivo?

60% por mal uso
40% falló el método




 Estas cifras fueron levantadas a partir de 150 llamadas y reafirman lo que demuestran investigaciones hechas por diferentes instituciones reconocidas internacionalmente, como la OMS.  A través de estos datos se puede interpretar lo siguiente:

-    Aún utilizando métodos anticonceptivos, las mujeres en edad fértil no están 100% protegidas de un embarazo no deseado.
-    La primera causa de aborto se debe a dificultades económicas, seguido de la necesidad de desarrollo laboral.
-    El aborto no es un tema específico de adolescentes o de jovencitas irresponsables de “la mala vida”, el 55% de ellas tiene entre 20 y 30 años, la edad más fértil de la mujer, además el 49% tiene hijos. La mayoría de estas mujeres aborta porque ya no pueden asumir otra responsabilidad, pues su situación familiar y económica no lo permite.
-    Uno de los aspectos más relevantes que demuestran estas estadísticas es que la maternidad está reñida con el desarrollo económico, laboral y profesional de la mujer.
-    Las mujeres que están en formación profesional no quieren o no pueden hacer una pausa en sus estudios. Para las que trabajan, la maternidad puede representar un obstáculo ante la posibilidad de un asenso laboral o pueden padecer una discriminación más acentuada.
-    En el caso de las mujeres que trabajan de forma independiente o que están desempleadas no cuentan con seguridad social, ni apoyo económico al momento de necesitar su reposo por maternidad.


Datos según la OMS: 

Se estima que 50 millones de abortos se practican alrededor del mundo
Globalmente el 13% de las muertes durante el embarazo ocurren por abortos inseguros
Decenas de miles de mujeres víctimas del aborto inseguro, sufren secuelas en su salud
95% de los abortos inseguros ocurren en países en vías de desarrollo con leyes restrictivas
Se estima que 68 mil mujeres en el mundo mueren por abortos inseguros que pueden ser evitables

El aborto no está penado si peligra la vida de la mujer
Según el artículo 433 del Código Penal venezolano, un médico puede provocar un aborto cuando peligra la vida de la mujer, pero no específica cuáles serian esos casos y si incluiría la salud mental de la madre y del futuro ser, como un factor que según la OMS, también se constituye en una amenaza para la vida. Así como penaliza a la mujer que se practica un aborto en el artículo 430.

En la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (ICPD) de las Naciones Unidas, realizada en el Cairo en 1994, los países miembros acordaron que “los derechos reproductivos abarcan ciertos derechos humanos….se reconoce el derecho de cada pareja e individuo a decidir libre y responsablemente el número de hijos que desean tener, el intervalo entre ellos y el acceso a la información y los medios para hacerlo.” Esto también se reconoce en el artículo 76 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

En la revisión de la ICPD realizada en 1999, se acordó que en los casos que la ley permita el aborto, los gobiernos deben ofrecer servicios seguros y de fácil acceso. En Venezuela, los tratados internacionales sobre derechos humanos tienen rango constitucional según el artículo 23 de la Constitución, por lo tanto,  nuestro país debería ofrecer servicios de aborto seguro y gratuito para los casos que permite la ley.

OMS: Uso correcto de Misoprostol, aborto seguro

Está comprobado científicamente que los métodos médicos de aborto (uso de fármacos) son seguros y efectivos, sobretodo cuando son usados correctamente en la primera etapa del embarazo. En esta etapa aún no se ha formado un ser humano, sólo existe un conjunto de células sin masa cerebral, por lo que no posee sentidos ni mucho menos conciencia.

Según el esquema de la OMS, los efectos de un aborto con medicamentos son similares a un aborto espontáneo (cólicos y un sangrado parecido a una menstruación abundante y prolongada). Menos del  2% de las mujeres que usa Misoprostol en el primer trimestre del embarazo presenta complicaciones como hemorragias o infecciones graves. Las contraindicaciones son muy pocas, sólo en caso de alergia, si existen problemas de coagulación o si la mujer tiene un dispositivo intrauterino, en cuyo caso debe ser retirado antes del procedimiento.

Las mujeres que se practican un aborto de forma segura no sufren ningún tipo de consecuencias en su sistema reproductivo, ni en futuros embarazos, tampoco se exponen a riesgo de cáncer de mama ni peligro alguno para su salud en general. Las secuelas sicológicas se presentan en bajo porcentaje, generalmente por prejuicios sociales, morales o religiosos, lo cual puede evitarse si se cuenta con apoyo afectivo  y respaldo terapéutico adecuado, según OMS.

Ministerio de la salud dispuesto al diálogo

El pasado 28 de septiembre, día por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe, el colectivo Faldas consignó un documento, junto a otros movimientos sociales, en el MPPS. Allí fueron recibidas por el Doctor Alexis Guilarte, director general de Programas de Salud. Presentamos un resumen del documento, en el que exigen:

1. Cumplimiento de la norma de salud sexual y reproductiva del propio MPPS, referente a la dotación gratuita a la población de métodos anticonceptivos variados.
2. Cese de la violencia obstétrica en las instituciones de salud pública hacia las mujeres que ingresan con abortos en curso.
3. Liberar las restricciones para el acceso al Misoprostol. Dentro de este punto instan al Estado venezolano a que produzca el medicamento, pues actualmente en Venezuela es comercializado por una empresa farmacéutica transnacional a un alto precio de venta al público.

La OMS incluye al Misoprostol en el listado de medicamentos esenciales para la vida, tanto para uso gastroenterológico como para uso ginecológico. La ley de medicamentos en Venezuela se rige por esta normativa, por lo tanto, debe cumplirse.

El MPPS aceptó sostener un diálogo con el colectivo Faldas. Dámaso Castellanos, coordinador del Programa de Salud Sexual y Reproductiva del ministerio, informó que están trabajando en conjunto para promover la prevención de embarazos no deseados y aseguró que a partir de enero, los dispensarios parroquiales estarán dotados de diversos métodos anticonceptivos para que en las consultas de planificación familiar se les pueda ofrecer de forma gratuita a las usuarias. Por su parte, Faldas se comprometió a elaborar un material educativo.

Presunto mercado negro de Misoprostol

El colectivo Faldas realizó un rally el pasado septiembre, donde recorrieron 50 farmacias para investigar cuáles son las restricciones para la venta del Cytotec, dónde se consigue o dónde no. El rally lo ganaba quien lograra conseguir un frasco de ese medicamento. Nadie lo consiguió.

Según este colectivo, las farmacias que lo venden piden una serie de requisitos que incluye desde récipes médicos hasta ecos abdominales y exámenes para comprobar que quien lo compra no está embarazada. También existen farmacias que dicen no venderlo, sin embargo, varias compañeras manifiestan que les fue ofrecido el medicamento en los alrededores de estos establecimientos.

Por otro lado, Faldas expresa que “las mujeres que nos llaman, indican que acceden a ese medicamento a través del vendedor de drogas del barrio, es él mismo quien les da las indicaciones de cómo tomarlas y les vende cada pastilla entre 100 y 200 bolívares”. Según el esquema de la OMS, que maneja Faldas, se necesitan 12 pastillas para practicarse un aborto, el precio final se ubica en 1.800 bolívares aproximadamente, monto superior al salario mínimo.

Faldas por una causa

“El hecho de que el aborto sea ilegal o un tema tabú no quiere decir que no se practique, el punto más importante es que se realiza en condiciones insalubres y clandestinas. Muchas mujeres por desinformación, ponen en riesgo sus vidas y aún siguen muriendo desangradas por esta causa, lo cual quiere decir que el aborto inseguro es un problema de salud pública”, afirma Bravo.

Para el colectivo Faldas, el aborto es un tema de desigualdad social porque a las mujeres con recursos económicos no les afecta de la misma forma que a las mujeres pobres. Si bien todas son criminalizadas y vistas como delincuentes, quienes tienen dinero pueden ir a una clínica privada, mientras que quienes no lo tienen, las mujeres pobres, deben enfrentarse  a esta realidad de forma más cruda. Son ellas quienes deben resolver el problema solas y son quienes terminan acudiendo a métodos abortivos caseros e insalubres.

Otros puntos de vista

Al respecto, el MPPS se mantiene dentro del marco legislativo actual que solo permite la interrupción del embarazo cuando la vida de la madre está en peligro.

Para Castellanos, “el peligro de la legalización es que se empiece a utilizar como método anticonceptivo. No es una panacea decir que vamos a despenalizar el aborto, porque una mujer que aborta en repetidas oportunidades va a sufrir consecuencias pasa su salud  y a la larga puede tener problemas de fertilidad, también puede verse afectada sicológicamente, ya que puede quedar con cargo de conciencia”.

Sin embargo, Castellanos admite que existe una relación entre la falta de información, el difícil acceso a los métodos anticonceptivos y las altas tasas de embarazos no deseados. En consecuencia, las mujeres siguen abortando a pesar de ser ilegal.

 Podemos deducir que es generalizada la desinformación respecto al tema, ya que la realidad, según estudios de alcance mundial, se presenta de manera muy distinta.

Legalización igual a baja mortalidad

Las cifras oficiales en diferentes países demuestran que la legalización del aborto no causa su utilización como método anticonceptivo, sino que esta situación depende del acceso y la información con respecto a métodos anticonceptivos seguros.

En países que ofrecen programas de anticoncepción gratuita y variada, además de educación sexual efectiva, las tasas de aborto se reducen. Por su parte, los países que no ofrecen anticonceptivos gratuitos, o en que por razones culturales su uso es bajo, las tasas de aborto suelen aumentar, afirma un estudio publicado por Guttmacher Institute en 1999, organización no gubernamental, sin fines de lucro, con amplia trayectoria en investigación sobre salud sexual y reproductiva a escala global.

Holanda: a finales de los 60 se empezó a ofrecer a las familias diversos métodos anticonceptivos de forma gratuita y en 1984 se legaliza el aborto oficialmente, esto dio como resultado que entre 1973 y 2003, la tasa de aborto se ubicó entre 5 y 9% por cada mil mujeres, la cifra más baja de Europa, según investigación de International Family Planning Perspective publicada en 2007.  Por su parte la tasa de aborto inseguro es de 0%, según cifras de la OMS  en el 2008.

Cuba: en 1965 se legalizó el aborto, desde entonces es un servicio gratuito, seguro y accesible. La Encuesta Nacional de Fecundidad en Cuba indica que la tasa de aborto es de 21%, aquí se incluye la regulación menstrual, procedimiento abortivo que se realiza a través de la aspiración endouterina, se hace con cinco o menos semanas de retraso en la menstruación, esté o no embarazada la paciente. El 0,28 % de los procedimientos, según esta encuesta, fueron regulaciones menstruales.

La tasa de aborto en Cuba es considerada relativamente alta, y es resultado de una insuficiente variedad de métodos anticonceptivos, así como poca información con respecto a su uso y la falta de un programa de educación sexual más adecuado, señala una investigación realizada por la doctora Miriam Gran, investigadora cubana cuyos estudios son avalados por la ONU y el Ministerio de Salud Pública de Cuba.

Rumania: antes de 1966 estaba legalizado el aborto, sin embargo, los métodos anticonceptivos eran ilegales o de difícil acceso. Por lo tanto la única opción para controlar la maternidad era el aborto, el cual era legal a petición de la mujer. La tasa de mortalidad materna por aborto se mantuvo baja con 16.9 por cada 100,000 mujeres, mientras que la tasa de aborto era de 252 por cada 1000 mujeres.

Con la llegada de Nicolae Ceausescu al poder en 1966, se penaliza el aborto y todos los métodos anticonceptivos. Como resultado la tasa de aborto bajó a 46 por cada 1000 mujeres, pero al mismo tiempo aumentó escandalosamente la mortalidad materna por abortos inseguros a 151.3 por cada 100,000.

Cuando es depuesto Ceausescu en 1989, se legaliza el aborto nuevamente y se autoriza el uso de métodos anticonceptivos. A partir de 2001 el gobierno ofrece anticoncepción gratuita y para el año 2003, la tasa de aborto bajó a 35 por cada 1000 mujeres, según datos de Henry David en: Del aborto a la anticoncepción: Un recurso para políticas públicas y conductas reproductivas en el centro y el este de Europa desde 1917 hasta 1999.

Organizaciones internacionales reconocen que legalización del aborto salva vidas

Mejorar la salud materna es una de las metas del milenio que se plantearon los países pertenecientes a la Organización de Naciones Unidas (ONU) en el año 2000. Esta meta propone específicamente lograr el acceso universal a tratamientos de salud sexual y reproductiva, además de la reducción de la mortalidad materna. Acordaron atender el aborto inseguro y siguiendo esta orientación, la OMS publicó, en el año 2003, una guía con estándares internacionales para evitar el aborto inseguro, mientras que la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (Figo) establece el derecho al uso de anticonceptivos seguros y accesibles.

Human Rights Watch, órgano supervisor de la ONU, señala que el derecho al aborto seguro es fundamental para las mujeres y “es inherente a su condición de persona, a su dignidad y a su privacidad”, por lo tanto, ni el Estado, ni terceros deben interferir en esta decisión personal.

Según investigaciones de esta organización en América Latina y el Caribe, las leyes restrictivas en materia de aborto interfieren con la capacidad de las mujeres para ejercer sus derechos reproductivos, dando lugar a prácticas clandestinas e inseguras que constituyen una de las principales causas de mortalidad materna en la región.

La República Bolivariana de Venezuela es parte de la gran cantidad de países cuyos gobiernos han ratificado tratados y convenios internacionales que los comprometen, desde el punto de vista legal, a asumir la garantía y la protección  de los Derechos Humanos. El derecho al aborto está incluido dentro del derecho al mejor estándar de salud posible, el derecho a la vida, a la no discriminación, a la libertad, a la seguridad,  a la privacidad, el derecho a no sufrir un trato inhumano y degradante, el derecho a disfrutar del progreso científico y el derecho a la educación y la información.

Por su parte, en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, realizada en Beijing en 1995, los  gobiernos determinaron “... considerar la revisión de las leyes que contienen medidas punitivas contra las mujeres que se han sometido a un aborto ilegal”, aspecto aún pendiente hoy en día en la legislación venezolana así como en la mayoría de los países latinoamericanos.

sábado, 17 de diciembre de 2011

SABEMOS PARIR

Rosa Zaragoza, cantautora catalana que expresa el sentir de las mujeres, la maternidad,  el alma, el cuerpo, la sexualidad y la muerte.  Su música se inspira en el movimiento de humanización del nacimiento en todo el mundo.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Estudiantes y colectivos feministas participaron en mesa redonda

Se propone en la UBV: aborto legal en Venezuela
Por Jenny Soto

Con el objeto de que el aborto deje de ser un tema tabú, compartir experiencias, despejar dudas y reflexionar sobre un tema que es sensible para todos y todas, el colectivo Crianza en Tribu y la Dirección Nacional de Acompañamiento Sociopolítico Estudiantil propusieron realizar una mesa redonda sobre la despenalización y legalización del aborto el pasado 22 de noviembre.

En Venezuela, las mujeres no tienen derecho a una asesoría médica al momento de tomar decisiones sobre un embarazo no deseado y además de cargar a cuestas con una situación personal muy fuerte y dolorosa, son criminalizadas y estigmatizadas por la sociedad, si optan por la interrupción voluntaria del embarazo.

La realidad es que hoy en nuestro país se sigue practicando el aborto a pesar de estar penalizado por la ley, siendo en su mayoría las mujeres pobres quienes son víctimas de esta situación, ya que se ven obligadas, por falta de  recursos económicos, a utilizar métodos abortivos que ponen en riesgo su salud y su vida.

Instituciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) han declarado que el aborto sin riesgos es un derecho humano, que las leyes restrictivas no son efectivas para disminuir los índices de aborto y que por el contrario, los efectos de esta medida se traducen en abortos inseguros que atentan contra la salud de la mujer, contra su derecho a la vida, contra su dignidad y contra su libertad para decidir.

Colectivo Faldas: “Hemos salvado vidas”

Representantes del colectivo Feministas en Acción Libre y Directa por el Aborto Seguro (Faldas en Revolución)  compartieron con el público asistente su experiencia con la línea aborto información segura 0416 1169496 y los datos que han obtenido.

Declararon que a través de la línea aborto información segura, han salvado la vida de muchas mujeres al brindarles información oportuna sobre como utilizar un medicamento, lo cual  puede hacer la diferencia entre la vida o la muerte.

Faldas no vende medicamentos, no recomienda ni practica abortos

Faldas solo brinda información vía telefónica sobre la interrupción del embarazo con medicamentos. Esta iniciativa forma parte de La Red de Experiencias Autónomas de Aborto Seguro (Reaas) que se encuentra también en Argentina, Ecuador, Perú y Chile. Este colectivo cuenta con asesoría de médicos y médicas especialistas a escala internacional.

Destacaron que un 40% de las mujeres que se han comunicado con la línea, manifestaron estar  utilizando métodos anticonceptivos al momento de quedar embarazadas, también han comprobado que el aborto no es un tema exclusivo de la adolescencia, pues el 40% de las mujeres atendidas tienen entre 20 y 30 años de edad.

Asimismo comentaron que las razones por las cuales las mujeres desean abortar son diversas, por ejemplo, porque en su proyecto de vida no estaba prevista la maternidad, por carencias de índole socioeconómico, por falta de apoyo de la pareja y la familia, por ser producto de violación o por malformaciones del feto.

Ante la afirmación machista por parte de algunos asistentes: “si la mujer no quiere quedar embarazada y los métodos anticonceptivos no son confiables, lo mejor es que no tenga relaciones sexuales”, el panel respondió: la reproducción es una cosa y el placer sexual es otra, las parejas tienen derecho a relacionarse si así lo desean, los avances de la ciencia han permitido que los seres humanos podamos evitar embarazos en cada relación. La reproducción no debe ser obligatoria y tampoco debe ser un castigo para la mujer por tener relaciones sexuales.

Denuncian la existencia de un mercado negro de medicamentos abortivos

Según Faldas, las personas que han llamado a la línea confiesan haber conseguido el medicamento con el jíbaro del barrio, quien les da instrucciones poco precisas y generalmente erradas .De igual forma, denuncian que existen clínicas privadas que realizan esta práctica de forma clandestina, sin que ninguna autoridad regule los procedimientos médicos.

Despenalización y legalización del aborto 

Hubo  consenso entre los y las participantes en señalar la importancia de no solo despenalizar el aborto, se debe incluir también su legalización, pues el Estado debe cumplir su rol como regulador de estas actividades, así como aplicar  políticas de salud pública que le permitan a las mujeres acceder a un aborto gratuito y sin riesgos para su salud.

Las compañeras del Movimiento de Mujeres Ana Soto propusieron que el aborto debe ser analizado de forma multidisciplinaria y que se debe crear una legislación para regular las prácticas médicas en materia de aborto.

 “Las mujeres nunca tomarían el aborto como un deporte”

Ante la afirmación de uno de los participantes: "si se legaliza el aborto, las mujeres lo tomarían como un deporte y además se tendría que revisar quien necesita un aborto y quien no", varios participantes respondieron: la mujer individualmente tiene derecho a decidir sobre su cuerpo, no la iglesia, ni el Estado, ni la sociedad.

Por la razón que sea, la mujer es la única que puede tomar esa decisión  y nadie debe juzgarla, ni desmoralizarla, ni verla como irresponsable. Toda mujer que toma la opción de practicarse un aborto conoce la magnitud de su decisión, la cual no es agradable en ningún caso y con toda seguridad lo evitaría si pudiera ya que esta es la última opción, se argumentó.

El aborto masculino si está naturalizado

Los y las asistentes resaltaron la importancia de reconocer que en nuestra sociedad los hombres que no asumen su paternidad no son juzgados ni moral, ni legalmente.

Las instituciones públicas tampoco asumen su responsabilidad en este tema, no existen programas efectivos de educación sexual y reproductiva, ni fácil acceso a la anticoncepción y la sociedad solo se limita a sancionar a las mujeres

El aborto ilegal es una forma de violencia contra la mujer que refuerza la subordinación de las mujeres y la falta de equidad en las relaciones de pareja, señalaron.

¿Derecho a la vida o derecho a la vida digna?

Para construir un sistema político que aporte calidad de vida a la sociedad, el aborto debe ser un derecho garantizado, no un privilegio de pocas, asociado a su situación socioeconómica. Durante el debate se hizo énfasis en que la libre decisión sobre la maternidad contribuye a que las mujeres disfrutemos del “buen vivir”, lo cual significa salud, seguridad y oportunidades. El derecho a la vida no se refiere al mero hecho de existir.

Se recordó que durante el proceso de legalización del aborto que recientemente ocurrió en México, varios científicos demostraron que el embarazo empieza en la décimo segunda semana, antes, solo existe un conjunto de células que no tiene masa cerebral, por lo que no siente dolor y mucho menos tiene conciencia. Por lo tanto, practicarse un aborto no es cometer asesinato, como lo plantea la propaganda amarillista antiabortiva, es escoger entre una posible vida que aún no está formada y la calidad de vida de la madre, la familia y por consiguiente del nuevo ser.

En este sentido, se reflexionó sobre el derecho a la vida de un ser que no es deseado, que es producto de una violación o si su madre se encuentra sicológica  o económicamente preparada para la maternidad. Qué calidad de vida tendrá un ser que será abandonado emocionalmente después de nacer o si no existen recursos para cubrir las necesidades básicas durante su crianza, si las oportunidades de vida de una o un adolescente se verán afectadas o si una criatura viene con malformaciones o enfermedades congénitas graves.

El tema del aborto no debe ser analizado de forma aislada, afirmaron las personas  asistentes. No se debe pasar por alto la necesidad de transformar los modelos familiares y de educación. La responsabilidad de la maternidad debe dejar de recaer solamente sobre la mujer y se debe obligar a los hombres a asumir sus responsabilidades desde un marco legal. Finalmente se concluyó que se deben  formar ciudadanos y ciudadanas desde la infancia para una sexualidad responsable. 

Propuestas concretas

De la reflexión colectiva surgieron las siguientes propuestas:
El Movimiento de mujeres Ana Soto: propone que las diferentes organizaciones se comprometan activamente con la lucha y que se promueva la discusión sobre el aborto en las comunidades,  al igual que apoyar a las compañeras de Faldas, difundiendo la línea 0416 1169496 y realizando donaciones de tarjetas telefónicas como contribución para el mantenimiento de la línea.

La Dirección Nacional de Organización y Acompañamiento Sociopolítico Estudiantil: propone la creación de un centro de estudios de la mujer de la UBV

Magdalena Suárez: propone hacer énfasis en la educación sexual infantil y juvenil, además ofrece material informativo sobre salud sexual y reproductiva.
Mollie Aguirre (Crianza en Tribu UBV): solicita apoyo para un proyecto que se refiere a la modificación de los contenidos de los Programas de Formación de Grado de la UBV, con una perspectiva de género.

Crianza en Tribu UBV: propone transformar los modelos de  crianza y  educación sexual desde la infancia, realizar materiales informativos referentes al aborto, pensando en la información como  herramienta para la toma de decisiones ya que la desinformación y el oscurantismo en torno a este tema atenta contra la calidad de vida de la colectividad.

Emilia Durán: realizar propuestas desde lo que nos resulta placentero como seres humanos, que apunten a la transformación de la sociedad y que incluyan el marco jurídico, social, político y la humanización del sistema de salud. Propone también considerar la alternativa de dar en adopción

sábado, 12 de noviembre de 2011

Apoya esta lucha por la vida


Les presentamos la historia que nos escribe Jennifer, madre de Gustavo Enrique:


En realidad debo decir la historia de Gustavo Enrique, mi hijo, el protagonista y luchador desde que era óvulo y espermatozoide… Tuvo que conseguir un huequito en donde fijarse en mi útero con 40 cicatrices debidas a los 40 miomas que me extrajeron hace 3 años.

Habíamos hecho el curso pre-natal con Trina Patiño, en el CMD de La Trinidad, y llegamos al día de la cesárea con tres consignas: APEGO PRECOZ, LACTANCIA EXCLUSIVA Y A LIBRE DEMANDA !! Al nacer mi hijo, prácticamente mi esposo tuvo que violar el control de acceso del retén de niños del Hospital de Clínicas Caracas para que nos dieran a nuestro hijo y así realizar un apego precoz. Pretendían dejarlo 2 horas recibiendo el calor de una máquina cuando en la habitación le esperaba el calor de nuestros brazos y la seguridad de mi seno…

El se pegó a mis téticas como un campeón, con vivacidad… se quedaba dormidito en mi pecho y nunca se lo llevaron de nuevo al retén, solo para bañarlo y que lo viera el pediatra… Mi esposo escoltaba a Gustavo Enrique hasta la puerta del retén y a los 20 minutos empezaba a decirle a las enfermeras que nos lo trajeran, queríamos que estuviese allí lo menos posible.

Al segundo día, y todavía adolorida con la cesárea, empezó el drama… enfermeras pasaban y me pellizcaban el pezón y me decían que no tenia leche, que había que darle fórmula. Ese día antes de que se lo llevaran le dije a la enfermera que antes de que le dieran fórmula le hicieran una prueba de glicemia… se la hicieron y salió bien, y no le dieron el tetero, gracias a Dios. Yo lo único que sabía y sentía era que mi bebé se pegaba de mis téticas y luego se quedaba dormido, sereno, tranquilo. Llegó otra enfermera brava conmigo porque “puyé” a mi bebé para realizarle una prueba de glicemia, y ella nunca entendió que para mi y mi bebé valía mucho más el trabajo que comenzábamos a hacer y que se podía venir abajo con un simple tetero en ese momento tan crucial… Sólo una consejera de lactancia, llamada Beatriz, me dio el incentivo a seguir amamantando a mi bebé exclusivamente con mi leche.

A la llegada a la casa, comenzó el otro drama, pero con la familia… preguntas cómo: ¿Ya te vistes la leche?, ¿ves cuando el bebé traga? O comentarios como: “A mí no me salió leche y tuve que darle fórmula, y mira como crecieron sanos y fuertes!” o “El pediatra me dijo que mi leche no hacia engordar a mis hijos y tuve que darle fórmula” comenzaron a danzar por la casa, también danzaban comentarios que nos tranquilizaban, como estos: “si el bebé está tranquilo y duerme luego de que se pega, todo está bien” “Quédate tranquila que no ves la leche porque él se la está tomando toda!!”… A pesar de mi fortaleza y el apoyo que me brindaba mi esposo y una parte de la familia, a los 9 días de nacido le pedí a mi esposo con lágrimas en los ojos que me llevara a Leche y Miel. Al esperar un buen rato, nos atiende la Dra. Antonieta y luego de hacer las preguntas de rigor se paró frente a mí, con Gustavo Papá detrás de ella, y me agarró el seno desde la base (nunca lo habían hecho de esa forma en la clínica) y el demonio, pero paralelamente a Dios cuando hasta chorritos de leche me salían ¡! Lloraba de felicidad y dolor, al mismo tiempo.

Pasaron varias semanas, y seguíamos sólo con leche de mis senos, parte de la familia volviéndonos locos ahora con el tema del peso… Gustavo Enrique bajó el primer mes un 10% de su peso, que es normal la primera semana, y le estaba costando agarrar peso las otras semanas… Soy madre primeriza y “estamos haciendo el seno” para que haya la producción de leche que el bebé necesita. A los 2 meses, luego de una discusión muy fuerte con esta parte de la familia, donde hasta se nos dijo criminales porque estábamos mal nutriendo a nuestro hijo, volví con la Dra Antonieta y volvimos a pesar a Gustavo Enrique. El estaba estaba agarrando peso pero muy de a poquito, y estaba por debajo de las curvas normales de peso, mas no de talla.

A mi hace 1 año me realizaron una mamoplastia + maxtopecsia (reubicación del pezón). Tengo 40 años y mi alma gemela la consegui hace casi 2 años, y con el tema de los miomas nunca pensé que iba a tener este milagro que hoy tengo en brazos… así que sin pensarlo me hice esta operación que al parecer es la causa de que mi hijo le cueste mucho sacar la leche de mis senos y por eso no agarra peso. La doctora me enseño técnicas para que Gustavo Enrique pueda llegar a las “cisternas” y así extraer leche más fácil. Paralelamente  tengo que complementarlo con más leche para que suba a su peso, tenga la oro-faringe más grande y así pueda extraerme mejor mi leche. Es por esto que estamos haciendo este llamado para que las mamis que tengan lechita que les sobre le puedan dar un poco a Gustavo Enrique. Sería muy fácil darle un tetero de fórmula, mucho más que buscar unas onzas aquí y otras por allá… pero por la salud de nuestro hijo, por tratar de seguir dándole lo mejor, que es su salud tanto física como emocional, vamos a la Conchinchina y hacemos todo lo que sea necesario para que siga siendo un bebé feliz y sano. No hay excusas !!, ni pretextos con la lactancia materna… estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance antes de darle fórmula…

Hoy por hoy a través de esta historia Gustavo Enrique tiene mamis de leche que se extraen diariamente para que podamos seguir en la labor que nos hemos puesto como familia. Ya llegó al percentil 10 y está con sus 3 meses en 5,540 Kg. Las mamis de leche:  Francia Medina, Rossie Cedeño, Gaby Benitez, Zuleima, Ale y otras mamis están comprometidas de corazón en darnos leche para nuestro bebé, que ya es de todas ellas también. Hoy entiendo la frase de cuando se tienen un hijo, se tienen todos los del mundo… Estamos por la meta de que podamos darle lactancia materna a Gustavo enrique hasta los 6 meses, que es cuando su sistema  digestivo está más maduro y pueda aceptar otros alimentos. Gracias a todas y todos los consejeros de lactancia, madres, esposos e instituciones que se han unido para colaborar y celebrar nuestros ideales.

Gustavo mi esposo, quiso agregar a este relato, lo siguiente: - “Ahora entiendo que: el acto de amantar, crea un vínculo entre mi esposa y Gustavo Enrique. Mejorando su desarrollo y autoestima, también entendí que la leche materna es rica en defensas que lo protegen de infecciones respiratorias y gastrointestinales. Además creo sin duda que es el mejor alimento, el más limpio y más nutritivo, al que todos los niños y niñas de Venezuela tienen derecho. Y que ni “Yo” ni nadie tiene el derecho a negárselo o recurrir de una manera arbitraria a la fórmula infantil. Porque, HEMOS ENTENDIDO QUE LA SALUD DE NUESTRO HIJO DEPENDE NO SOLO DE SU SALUD FÍSICA… Su salud es integral: es física, mental, espiritual y emocional…  Y la Leche Materna con todo lo que conlleva la proporciona. Comprendimos que todo lo que hemos hecho está en la dirección adecuada cuando día a día, buscamos esa gota de leche que no solo lo alimenta; sino que nutre su derecho ha ser alimentado. Al final de cuentas creo que tal vez la lactancia no sea la mejor opción para todas las madres, pero sí que lo es para todos los bebés”.


Vivimos en la ciudad de Caracas-Venezuela, me pueden llamar al 0412-235.67.40
Agradecidos por toda la lechita que nos puedan dar: Jennifer, Gustavo y Gustavo Enrique.